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Bullying y suicidio adolescente

El suicidio de María Francesca Coronado, una escolar de 16 años que ingirió un raticida para terminar con su vida (Lima, 28-10-09), es una historia de vida que interpela y que comunica.

Intentamos tardíamente entender el sentido de esta decisión, y muchos nos preguntamos el por qué del suicidio. En este caso en particular, la prensa rastreó en el entorno de Francesca para desarrollar la noticia y nos dieron a conocer una lista de situaciones de vida familiares y escolares que junto a su sobrepeso explicarían su sufrimiento y desesperación.

No pretendemos hacer un análisis integral del caso, ni una teoría de la acción humana que siempre nos dejará la sensación de parcial y arbitraria, pero creemos útil seguir una de las pistas de María Francesca. Entre las “huellas” que ella dejó en su carta de despedida, contaba que estaba cansada de ser víctima de crueles burlas en el colegio por ser “gordita”.

Como comprobamos nuevamente en este caso, el hostigamiento en la escuela, conocido en inglés como «bullying», de no ser detectado y detenido a tiempo, puede ser una de las causas de suicidio en las adolescentes especialmente cuando se amalgaman otros factores familiares, y en muchos otros casos deja una secuela en la autoestima y salud mental del agredido. El hecho de sufrir acoso escolar de forma frecuente, también esta asociado a padecer problemas de ansiedad y síntomas depresivos en la adultez. Sin embargo esta situación y sus consecuencias no suelen ser reconocidas en su gravedad.

Un valioso estudio realizado el 2008 con adolescentes en cinco ciudades del Perú[1] señala que el 47 por ciento de los estudiantes de secundaria son hostigados en el colegio. También sorprende comprobar que sufren solitariamente la agresión de sus compañeros ya que el 34 por ciento de los agredidos no comunican a nadie lo sucedido, colocándose en una situación de mayor riesgo. Pero lo que más llama nuestra atención, es que a un 65 por ciento de compañeros no les interesa defender a las víctimas y que alrededor del 25 por ciento de maestros y padres de familia no reaccionan ni protegen a sus hijos/hijas, o y alumnas víctimas permitiendo que esta situación continué. Esta información nos lleva a preguntarnos ¿Es la desesperanza el motivo último en este suicidio?.

Desesperanza y suicidio

En algunos casos, el suicidio puede parecer a quien lo comete, una solución frente al fracaso de no sentirse querida, comprendida, aceptada e integrada al grupo de compañeros en la escuela y la familia. Al pensar en María Francesca, no dejo de considerar que la agresión y hostilidad que sintió y que no pudo detener, la dirige a si misma y con ello castiga a todos, a los que la maltrataron y a los indiferentes.

Un interesante estudio sobre este tema realizado recientemente en Finlandia señala que la depresión asociada a la gordura son factores de riesgo de suicidio durante la adolescencia[2]. “Los niños y las niñas que han sido víctimas de “bullying” o acoso escolar, tienen más peligro de suicidio durante la adolescencia (antes de cumplir los 25 años)”. El mismo estudio confirmó además que las adolescentes maltratadas, mujeres, tienen más posibilidades de quitarse la vida que los varones, esto asociado a una mayor vulnerabilidad femenina frente al estrés y la depresión. Los cambios en el cuerpo de las adolescentes y su deseo de ser aceptadas, dificultades en la familia y otras pérdidas afectivas, pueden resultar abrumadoras y difíciles de sobrellevar.

El insulto y la burla no son situaciones que se deban soportar y por el contrario es necesario que los adultos y estudiantes asuman su responsabilidad e intervengan para detener los abusos.

En ausencia de María Francesca, queda la sensación de que la comprensión llega muy tarde para ella, pero tal vez estemos a tiempo de conocer mejor la interioridad de los adolescentes que viven cerca de nosotros y de los que miramos con indiferente distancia.


[1] Oliveros Donohue, Miguel Angel; Figueroa A., Luzmila; Mayorga Ricalde, Guido S; Cano Uría, Carlos Bernardo; Quispe A., Yolanda; Barrientos Achata, Armando. Violencia escolar (bullying) en colegios estatales de primaria en el Perú. Revista peruana de pediatria.;61(4):215-220, oct..-dic. 2008.

[2] Brunstein Klomek A, Marrocco F, Kleinman M, Schonfeld M, Gould MS: Bullying Depression and Suicidality in Adolescents.  Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry  2007;46(1): 40-49

Este interesante artículo ha sido posteado tambien en: http://www.cpiu.org.mx/2009/noticias/bullying-y-suicidio-adolescente/

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